Castillos del desierto
Los Castillos del Desierto, que fueron construidos en su mayoría bajo el imperio de los omeyas (661-750 DC) son la evidencia de los inicios de la arquitectura en la civilización árabe. Están situados al este de Amman, entre Irak y Arabia Saudita. Diferentes hipótesis se han hecho sobre la función principal de estos monumentos de arte islámico; residencias, casas de fin de semana, caravasares o cotos de caza para los gobernantes omeyas, también fueron usados como los dominios de los príncipes omeyas en el siglo 8. Otra de las hipótesis es que se utilizaran para controlar la ruta de Damasco a Meca.
Las áreas en donde fueron construidos son mayoritariamente planas y los castillos están hechos de una mezcla de lava, piedra arenisca, caliza y basalto. Kharranah es el más cercano ya que se encuentra a una hora de Amman, el siguiente es el castillo de Amra, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. El último castillo, Al Azraq, que se encuentra al noreste en el pueblo del mismo nombre a 20 minutos del castillo anterior. Otros castillos se encuentran dispersos en todo el país y casi todos tienen elementos interesantes de mística y arquitectura.