Wadi Rum
Llegando a Wadi Rum desde la meseta septentrional, la primera panorámica que divisará será una visión aérea de los peñascos y cumbres despedidos desde el terreno arenoso del desierto, amontonados unos tras otros hasta que se pierden tras la neblina. La vasta extensión sureña de Jordania recibe este nombre por su grandilocuente red de valles.
“No eran muros de roca intacta”, escribía T. E. Lawrence en uno de los diversos capítulos sobre Wadi Rum en «Los siete pilares de la sabiduría», “sino que estaban construidos en diferentes secciones, en despeñaderos parecidos a gigantescos edificios, a ambos lados de sus calles… Estas últimas cúpulas daban la última apariencia de una arquitectura bizantina a este irresistible lugar, a esta vía religiosa que superaba toda imaginación… Los paisajes de los sueños infantiles eran tan vastos y silenciosos como éstos”. Lawrence llegó a la zona durante la Revolución Árabe (1917-1918), cuando las políticas y logísticas tribales requerían de su precencia o, simplemente, para encontrar alivio. Gran parte de la película de David Lean, Lawrence de Arabia, fue rodada durante los 60’s en la zona.