Según el escritor bizantino Uranios, la ciudad más antigua de este sitio se construyó en obediencia a un oráculo consultado por el rey Obodas I (c. 96-86 a. C.). Pero fue el hijo de Obodas, Aretas III, quien fundó la ciudad, en un momento en que los nabateos estaban definiendo su territorio y era deseable una población más asentada. Uranios lo llamó Auara (árabe: huwara, blanco); hoy es al-Humayma, en Wadi Hisma, en el sur de Jordania.
Auara claramente llenó un vacío de aprovisionamiento y seguridad en la ruta comercial al sur de Petra, un gran inconveniente fue su total falta de agua. Pero si se necesitaba un asentamiento en ese momento, la actitud nabatea era que se podía recoger o traer agua. Se excavaron numerosos embalses para recoger el agua de escorrentía durante las lluvias invernales, y 27 km de acueductos cubiertos canalizaron el agua de los manantiales en las montañas Shara, justo al norte. Este suministro de agua puede haber animado a los beduinos locales a venir aquí para comerciar y a establecerse por un tiempo cada año para cultivar, esto ayudando a abastecer a las caravanas comerciales.
La expansión romana de al-Humayma incluyó un gran fuerte rectangular, en el 400 d.C. la base de los arqueros a caballo nativos reclutados localmente. A principios del siglo VIII, la ciudad fue el hogar de la familia abasí, que construyó aquí un hermoso palacio. Fue en al-Humayma donde planearon su rebelión contra los califas omeyas, derrocándolos en 750.
